Es el dios de las montañas y los terremotos en la mitología maya quiché. Era hijo del dios del infierno Vucub-Caquix que era un gigante de piedra.
Cabrakan al ser hijo de Vucub-Caquix también poseía una gran fuerza con la que podía sacudir la tierra. Él y su hermano Zipacna jugaban a acumular suciedad sobre las montañas y la agitaban produciendo escombros, lo que molestaba a los dioses y a otras criaturas de la tierra. Sus juegos estaban causando el caos en la Tierra, así que los dioses enviaron a los gemelos Hunahpu e Ixbalanque para acabar con ellos, estos primero intentaron matarle hiriendo su mandíbula con una cerbatana y engañándole para que reemplazara sus dientes por granos de maíz y así no pudiese comer más. Aún así no acabaron con él y le consiguieron matar haciéndole creer que eran admiradores de su fuerza, le pidieron que hiciera temblar una montaña a cambio de un ave asada, este después de demostrar su fuerza devoró el ave asada que había sido previamente envenenada por los gemelos, los mellizos aprovecharon esto para atarlo al pie de una montaña sagrada dónde aún continúa atado.
